jueves, 25 de abril de 2019

MARY-STEIN


Nuestros horizontes son más fuertes entre los obstáculos que se aperciben inquietos. La vida de Mary Wollstonecraft Godwin, que más adelante se cambiaría a Mary Shelley, fue tan inquieta como inquietante. Todo su ambiente fue plagado de muchos encuentros culturales de la época, su Madre (aunque no en vida) y su Padre los dos con reputaciones literarias y políticas muy fuertes, fueron sus bastiones de crecimiento y despertar curioso ante el conocimiento; su hogar recibía a célebres intelectuales de la época como el poeta Samuel Taylor Coleridge y sus imparables aventuras con su amante, esposo y poeta Percy Bysshe Shelley.
Este biopic realizado por esta Directora Saudí Haifaa al-Mansour, recoge los fragmentos más destacables en la existencia de Mary Shelley. Los pasajes que más recordamos al acercarse a la vivencia de ciertos literatos contemporáneos, como ser el gran Poeta Lord Byron, John Pollidori son sus encuentros aislados en muchos lugares, más que todo en Ginebra donde en una mansión en Villa Diodati cerca del lago de Ginebra arrendado por Byron, surgieron ciertas creaciones, pero la más famosa de ellas es la de Mary Shelley con su Frankenstein o Moderno Prometeo. 
La obra en sí de Al-Mansour [su segundo trabajo] tiene ese encanto de esa época, donde uno se imagina esas vivencias tan libres y esporádicas. La fotografía es suculenta, los paisajes tan llenos de esa poesía romántica es deslumbrante. Los sufrimientos de Mary Shelley son más inimaginables de lo que uno podía imaginar. Aquí solo se muestra la muerte de su primer hija. 
Así me gustó imaginarla que ante esa sociedad constantemente cuestionadora de esa época, Mary logra su cometido con fuerza e impulso.