Pensar, actuar, soñar, reír, amar; toda esa combinación rítmica es un orden natural exquisito, de propiedad universalmente establecido y se busca integrar todo ese ritmo a medida que transcurre nuestras vidas y así forjamos dotarlas de una plenitud de contagio aparente. Creemos estabilidad cuando todo eso fluye generándonos una calma alucinante, pero cuando se rompe ese ritmo, cuando los fenómenos que se presentan no son lo que anhelamos, desenfrenadamente como efecto de domino todo se desmorona, tornándose ambiguo y desquiciante.
Así se nutre de un caos, a una nueva transformación, la existencia del... Joker.
Así se nutre de un caos, a una nueva transformación, la existencia del... Joker.
El film tuvo gran acogida desde su trailer de presentación previo, eso ejecutó de ya, un panorama redireccionado o hasta unidireccionado hacía el papel que le tocó desempeñar a Phoenix, fue la expectativa anunciada. La banda sonora inquietante generó una agradable simbiosis con todo el recorrido de transformación.
