sábado, 3 de agosto de 2019

EXODUM


                                                                                          A los que son sal de la tierra
Como forajidos en campante horda,
Han tomado el horizonte agreste sin reparo,
Han provocado el incremento errante,
Valor que hace ruptura al silencio,
Sonata que apuñala al miedo,
Que desde las fiebres áureas,
Han sido bastiones
Que como talismanes,
En sus almas agrietadas enerveran,
Cúspides y suspiros.
Franca marea que espanta
Esos vientos sotavento
De lluvia ácida y distancia sangrienta.
Desde los umbrales de la esperanza,
No sutil se reflejan los éxodos:
Entre mares y desiertos
Entre abismos y sitiales
Entre malezas y fortificaciones,
Siempre estarán los activos mirmidones,
Sean crisálidas,
Sean aguafuerte,
Con sus escudos de mimbre
Y espadas morfeicas,
Esquivando tentáculos,
Sorteando redes
Forjadas entre ciegos ademanes
Y témpanos glaciales.
Cada odisea, no tanto como Odiseo,
Se sigue a la sirena del descontento,
Se lucha con el cíclope que todo lo ve,
Simple, por cambiar el precipicio,
Por cambiar la roca en abrigo de constelación,
Por someter a prueba muros y mazmorras,
Por transmutar alquimia de polilla a beatitud,
Así, dejan el atrás, la matriz autóctona,
Las semillas que germinadas
Son parte del macro,
Por todo lo que las nubes en sinfonía entonan,
Se fusionan las diásporas presentes y futuras,
Sin descanso ni tregua, 
En el engranaje de lo cotidiano
En la motriz fuga universal.

                                                                         OCTUBRE 2018


"Escrito después del primer éxodo que hicieron nuestros compatriotas, rumbo hacía una supuesta búsqueda de sueño Americano"